No me atrevo a pensar en lo que quiero,
evado mi presencia, evado mi enfermedad.
Me aflige lo que pienso,
ahora, el sueño me vence,
mengua todas mis fuerzas.
No se como sucedio,
no me lo explico,
no llego a comprender
quien te llamo a mi.
Las capas de mi pintura
se derriten en gotas perdidas,
una a una caen en tus suspiros,
¿que dosis puede matarme
si no llego a soñarte?
Anoche me quede en la espera,
el insomnio me invito a sus brazos,
y asesino mi ideologia;
¿contra que peleamos?
Respira, llora y entiende.
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