Solo para los ojos de los que quieren ver, solo para ellos y nadie mas.
Una imagen se muestra claramente ante los ojos del avido espectador: el desierto cubre hasta donde los ojos lo permiten, y tal vez mas alla; a lo lejos se denota un objeto, es solo una mancha negra dentro de un lienzo en tonos amarillos. Al acercarse, la mancha toma forma y se crean tonos marrones; el impresionante trasatlantico se pone al descubierto. Olvidado ante los ojos de todos aquellos que no quieren ver, escondido entre la nada; pero a la vista de todos los que pueden ver.
La imagen es fantasmagoricamente ingenua, mientras el silencio de la nada se rompe con los extraños ruidos dentro de la nave encayada en la tristeza; pasos, golpes y una desolada voz:
- "¡¡¡¡A estribor, a estribor!!!! ... ¡¡¡todos los hombres a estribor!!! ¡Preparen las armas!"
- "¡Capitan, comandante!, ¡respondan! necesitamos su ayuda... necesito su ayuda... me hundo..."
- "¡Nos hundimos!... ¡es demasiado tarde...!" - "me hundo..."
- "¡Alguien responda, por favor!... ¡necesito su ayuda, por favor respondan...!"
La radio nunca ha respondido, y nunca lo hara; las lagrimas llenan los ojos del ser postrado frente al aparato. El es el unico responsable de todos y cada uno de los ruidos y los gritos que solo son escuchados por todos aquellos que quieren oir. Los espirutus de la soledad y la desesperanza son los unicos acompañantes del extraño personaje que recorre el barco continuamente; de poa a propa, de babor a estribor; solo a el acompañan y a nadie mas. Nadie ve, nadie escucha, nadie hace nada; pero parece que todos estuvieramos ahi; tal vez todos estamos aqui.
La noche rompe en el cielo cubriendo la vasta desolacion que muestra la luz del sol; un silencio aun mas profundo y sepulcral acompaña las frias noches en este triste panorama.
Cada despertar no suele ser tan grato como los que conocemos: soñar y dejar que los sueños te atrapen en un mundo inexistente para luego despertar a la insoportable prision del pasado; una experiencia para nada satisfactoria. Vivir preso de un pasado eternamente etereo e insospechado.
- "¡Despierten todos, con un demonio... no podemos perder el tiempo asi!"
- "Submarinos a 15 minutos a estribor. Preparen armas."
El vivir entre tanto dolor te hace insensible a tu propio dolor, el vivir entre tanto odio te hace odiarte incansablemente; ahora eres inmune a tu propio dolor, y a tu propio veneno. Pero la farsa sigue siendo real; el dolor sigue insistiendo, no te olvida, no te deja.
Si los pensamientos causaran sonido alguno, todos aquellos que pueden escuchar, escucharian un susurro:
- "Aqui no te encontraran, estas a salvo. No te preocupes."
- "¡¡¡Corre!!!
Si los pensamientos ocasionaran sonido alguno, el grito tal vez hubiera opacado al silencio que habita en los alrededores, pero para los que quieren escuchar y no lo hacen, los pasos agitados resuenan por el barco causando un golpeteo continuo; acompaÒados por los ecos provocados por el incesante y desesperado golpeteo de las puertas que se cruzan en la alocada carrera hacia ningun lado.
Es imposible recordar cuando fue la primera vez que se dio un paso en el oxidado y olvidado barco; asi como tambien es imposible sonreir sin la malicia natural del ser humano.
El desierto es inerte y falto de movimiento, completamente en silencio; en absoluto silencio. Los unicos sonidos escuchados en el desierto, son las risas provenientes del barco sin movimiento aparente, las risas son infantiles, nerviosas, desesperadas, irritantes y muy escasas.
El unico reposo de las alocadas carreras, constantemente diarias, es una alcoba solitaria en una de las tantas cubiertas del enorme barco; un lugar para poder dormir, y aunque el despertar es muy complicado y amargo, los sueños son un reposo para el cuerpo y un descanso para la mente. Pero la soledad no parece tener descanso, a no ser por uno de los tantos pasillos de la misma cubierta; dentro del pasillo hay una puerta, es la unica que muestra rasgos de la antiquisima magnificencia; una magnificencia que nunca volvera, y que nadie recuerda. Pero la puerta nunca es abierta, nunca es tocada y, posiblemente, no es vista con frecuencia; pero el estar cercad de ella provoca un consuelo para la basta soledad, un descanso de las agitadas carreras.
El pensar en morir no es una respuesta logica, pero tal vez es una respuesta suficiente para todos aquellos que no quieren entender.
- "Hola, soy yo de nuevo, somos nosotros de nuevo."
- "No entiendo porque nadie responde, tal vez no hablo lo suficientemente claro."
- "Pero tu si me oyes, aunque no se si me entiendes."
Las respuestas nunca son escuchadas, pero no importa, las platicas solitarias bastan para satisfacer la delicada necesidad de sostener una relación con la soledad. El sabe donde encontrar su respuesta, pero "el" no deja que la encuentre; y nosotros sabemos la respuesta, nosotros conocemos su respuesta, nuestra respuesta; pero nadie le contesta, absolutamente nadie le contesta.
- "Hola soy yo de nuevo..."
Las voces son cada vez mas debiles y sinceras, la confianza crece dentro de la extraña e ingenua relacion eterea; pero nadie le contesta. Es tan facil romper la delgada linea del miedo, del miedo a la soledad; aunque no hace falta valor para romper, sino para comprender.
Las crisis dentro del barco aunmentan considerablemente y las acciones tomadas son cada vez mas y mas drasticas; pero ya no hay temor a despertar, pues la puerta siempre esta ahi, esperando pacientemente, sin nada que perder, esperando una señal para compartir ese secreto que todos conocemos pero que nadie comparte. Las energias son gastadas y encausadas erroneamente, pues la repuesta esta frente a el, frente a nosotros; especialmente frente a nosotros. Es la unica razon para vivir, la unica excusa para no compartir.
- "¡¡Corre, con un demonio... corre!!"
Pero esta vez no hay pasos, ni alocadas carreras; no hay razon para huir, por fin el miedo baja las manos, talvez; y esta vez la mente se encuentra enfocada y lista para actuar; talvez, esta vez la respuesta no parece tan lejana, la puerta no parece tan extrana. Todas las noches se podia escuchar el incesante golpeteo sobre todas las puertas existentes en el barco, un golpeteo que solo pretendia una respuesta por demas inexistente; pero ésta puerta, nuestra puerta, siempre ha sido respetada en su silencio y nunca ha sido ultrajada, de igual forma las enormes salidas del barco nunca son usadas a pesar de que siempre tienen los brazos abiertos, el temor al exterior es demasiado imponente.
Pero esta noche no hay golpeteos ni pasos ni gritos, el silencio profundo es quien reina para todos aquellos que no quieren oir, hoy es la noche en que el silencio culmina su reinado, es la noche en la que los temores libraran su ultima batalla, y perderan; es la noche en que el desierto cobra vida, aunque nadie lo ve. Es la noche en que no hay gritos y el barco vuelve a su acostumbrado y olvidado vaiven; aunque las olas nadie las ve.
Hoy, esta noche, la puerta adquiere tonos y colores como en la antiquisima magnificencia ya olvidada, pero nadie la ve, nadie la quiere ver. Esta noche la decision es absoluta, las voces ya no se escuchan; sentado frente a la puerta, contemplandola, viendo pasar el tiempo y despidiendo a la soledad y a la desesperanza; aunque talvez nunca se irán, nunca lo dejaran, nunca nos dejaran. Las energias y las fuerzas ya no existen; los respiros son cada vez mas y mas lentos y pesados, casi molestos; pero hoy, esta noche, este instante; todo esto ya no importa. Nada importa.
Otras puertas nunca responden pero tampoco importa; y esta noche, este instante, se acaban las esperanzas de no despertar de los sueños, de no seguir viviendo preso de la soledad, de olvidar el pasado que ya no recuerdo. Hoy, esta noche, quiero saber que mas puedo encontrar, quiero saber que hay mas alla; quiero que alguien me escuche y que no me olvide; quiero olvidarme y dejarme atras. Hoy, esta noche, buscare mi respuesta, y dejare de ocultarme la respuesta y vencere a mi gran nemesis; me vencere a mi mismo. Hoy, esta noche, toque la puerta esperando mi ansiada respuesta; toque repetida y afanosamente la misma puerta, y la respuesta me pareció eterna; tal vez no la obtenga. La soledad no me abandona, mis fuerzas ahora son mis flaquezas, mi esperanza es ahora mi traicion; la respuesta parece eterna, talvez no exista, talvez es eterea. La desesperanza me abraza, la respuesta aun no llega, el silencio rie maliciosamentepues reina sobre la misma imagen perdida entre la vista.
- "Toc... toc... toc..."
Aun recuerdo mis ultimos toquidos a la puerta y espero aun por mi respuesta; pero aun no llega, talvez es eterea, talvez nunca venga.
La obscuridad cubre nuevamente el paisaje por completo; el silencio reina en el mismo paisaje desoladamente aterrador, pero si se preta atencion, talvez, y solo talvez, pueda oirse un golpeteo insinuosamente repetitivo. Pero no se, no estoy seguro; talvez sea mi respuesta.
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