Dios puede irse al infierno, yo vengo de regreso solo para tomar aire y regresar a las inmersiones.
Quizás si me cortara el cabello o dejara de oir a satan hablandome al oido, todo seria mejor, pero lo dudo; lo dudo tanto como dudo de mi cordura y mi sanidad juntas. Crei que todo lo bueno venia en seis, ahora no se ni lo que es bueno.
La decadencia se prohibe y se auto recrimina solo por aburrimiento; la auto compasión sería solamente parte de los gajes del oficio o del ocio en su defecto. Estoy exactamente en el punto cuadrado del ecuador contando los espacios vacios de una petición contradictoria. El dolor siempre es buena excusa para el arte.
Paciencia primitiva que descontrola en niveles desconocidos y escabrosos mientras la ignorancia parece permanecer silenciosamente entre lo absurdo. Bastardo hijo del crepúsculo que se baña con las notas de lo inmaterial, perdido por voluntad incandescente. El ruido como manto protector permanece entre claroscuros, rogando por la libertad que nunca ha existido.
naj na fazet indibaim meri dow patze agjnib bedengetzal imcuyomtl kixactle dumeysenf zAmBrA .......
8.12.2004
8.05.2004
Ilusión Colectiva
Cubos deformes e inconformes,
diversión barata inconfundible,
deleite de las masas recurrentes,
promoción insulsa de la ignorancia.
Una línea sin sentido
con soluciones inversas incorrectas,
desperdicio auditivo y visual,
basura internacional de razas,
incoherencias vocales pasajeras
con engaños prediseñados.
Patética ilusión colectiva
que margina razas mentalmente,
son liderazgos sin opinión,
vanidades insulsas
carentes de racionalidad.
Porquería sin costo al receptor,
ociosidad sin descanso,
sepulcro de las mentes,
tiradero de todo
lo que no es grato.
diversión barata inconfundible,
deleite de las masas recurrentes,
promoción insulsa de la ignorancia.
Una línea sin sentido
con soluciones inversas incorrectas,
desperdicio auditivo y visual,
basura internacional de razas,
incoherencias vocales pasajeras
con engaños prediseñados.
Patética ilusión colectiva
que margina razas mentalmente,
son liderazgos sin opinión,
vanidades insulsas
carentes de racionalidad.
Porquería sin costo al receptor,
ociosidad sin descanso,
sepulcro de las mentes,
tiradero de todo
lo que no es grato.
Sombras Mártires
Sombras de mi barrio antiguo
con olor inerte a pólvora seca,
pecamos de inocencia ficticia
que nos atraviesa el corazón,
y oímos el silencio de Dios,
a los santos y sus cánticos,
leyendo en partes a la libélula
mientras bailan agitadas las cigarras
escapando de los ventarrones,
huyendo y viniendo tan tarde,
descansando entre las tapias,
fumando bocanadas de euforia,
bebiendo las nubes a sorbos.
Y vemos cambiar a nuestro Dios,
materia inmensa en movimiento,
nada esta escrito para la eternidad;
aquí nadie puede ser inocente,
en el reino vacío de este mundo;
sepulcros interminables de fe,
paraderos pagaderos de lo absurdo
que minimizan nuestra tragedia
gritando la soledad de la muerte
que nos lleva sin dudarlo en un instante
penosamente con la virgen a cuestas
y el alma perdida como estela.
entre pasillos sucios e interminables,
enteramente rodeados de medianoche
con madrugadas de soledad inconclusa,
llenas de rezos morosos y obsoletos
dictados ante el altar nuestro,
confesiones del llanto quebrado,
tristeza agónica de mi historia
pues nadie baja por mi raro infierno;
mi embarcadero sin pena ni gloria;
incredulidad insulsa sin regreso,
el progreso olvidado del destierro
con sabor a lluvia y ríos de sangre.
Fiel amante y confidente he sido
de la traidora muerte errante;
paso a paso, fijamente y en exceso
entre las sombras de mi barrio,
mi alegre andar que huele a suicidio,
acabando estúpidamente con la agonía
pues el tiempo no mata las fuerzas
ni borra distancias ni fronteras.
Paz no encontrada en la vida eterna,
disparos fugaces del hambre insaciabled
virtud de los muertos consientes,
santo sepulcro de mis últimos sueños,
puerta del cielo que guía mi muerte
olvidada y vacia de mis recuerdos.
Lleno de silencio en mi estrecha tumba
y por siempre con la virgen a cuestas,
y mi llanto volviéndose grandes ríos
y la noche sosiega mi espasmo;
resuelve mis engaños oblicuos,
escuela paralela de mis pensamientos,
música necia entre mis suelos,
literatura plasmadas en mis paredes
y ladrillos que obstruyen derechos
con sentimientos penosos de pasión,
labrados con justicia divina,
satanizados en cuentos benditos;
luces del cielo de mi oscuridad,
en un pasado mucho mas presente,
comentarios de razones incoherentes.
Hoy desarmados todos sin consuelo,
iluminados por la misma santa muerte,
dormidos hemos quedado deshechos
pues nacimos estando muertos
y quejándonos de nuestra ansiedad,
imaginando sollozos y ensueños
fuimos perdonados con la virgen a cuestas;
terminando con la soledad inconclusa,
castigados entre sobredosis vanales,
sorteando entre vidas infectadas
con el alma gustosamente derrotada.
Una sed temerosa de la esperanza,
complicada despedida sin destino,
ocaso crudo de nuestros destierros,
circulo infernal del mismo miedo:
nuestra triste sangre corre espesa,
penosa y vacia por completo de fe;
vil mártir de mi inconciencia
y nuestra virgen del alma a cuestas.
con olor inerte a pólvora seca,
pecamos de inocencia ficticia
que nos atraviesa el corazón,
y oímos el silencio de Dios,
a los santos y sus cánticos,
leyendo en partes a la libélula
mientras bailan agitadas las cigarras
escapando de los ventarrones,
huyendo y viniendo tan tarde,
descansando entre las tapias,
fumando bocanadas de euforia,
bebiendo las nubes a sorbos.
Y vemos cambiar a nuestro Dios,
materia inmensa en movimiento,
nada esta escrito para la eternidad;
aquí nadie puede ser inocente,
en el reino vacío de este mundo;
sepulcros interminables de fe,
paraderos pagaderos de lo absurdo
que minimizan nuestra tragedia
gritando la soledad de la muerte
que nos lleva sin dudarlo en un instante
penosamente con la virgen a cuestas
y el alma perdida como estela.
entre pasillos sucios e interminables,
enteramente rodeados de medianoche
con madrugadas de soledad inconclusa,
llenas de rezos morosos y obsoletos
dictados ante el altar nuestro,
confesiones del llanto quebrado,
tristeza agónica de mi historia
pues nadie baja por mi raro infierno;
mi embarcadero sin pena ni gloria;
incredulidad insulsa sin regreso,
el progreso olvidado del destierro
con sabor a lluvia y ríos de sangre.
Fiel amante y confidente he sido
de la traidora muerte errante;
paso a paso, fijamente y en exceso
entre las sombras de mi barrio,
mi alegre andar que huele a suicidio,
acabando estúpidamente con la agonía
pues el tiempo no mata las fuerzas
ni borra distancias ni fronteras.
Paz no encontrada en la vida eterna,
disparos fugaces del hambre insaciabled
virtud de los muertos consientes,
santo sepulcro de mis últimos sueños,
puerta del cielo que guía mi muerte
olvidada y vacia de mis recuerdos.
Lleno de silencio en mi estrecha tumba
y por siempre con la virgen a cuestas,
y mi llanto volviéndose grandes ríos
y la noche sosiega mi espasmo;
resuelve mis engaños oblicuos,
escuela paralela de mis pensamientos,
música necia entre mis suelos,
literatura plasmadas en mis paredes
y ladrillos que obstruyen derechos
con sentimientos penosos de pasión,
labrados con justicia divina,
satanizados en cuentos benditos;
luces del cielo de mi oscuridad,
en un pasado mucho mas presente,
comentarios de razones incoherentes.
Hoy desarmados todos sin consuelo,
iluminados por la misma santa muerte,
dormidos hemos quedado deshechos
pues nacimos estando muertos
y quejándonos de nuestra ansiedad,
imaginando sollozos y ensueños
fuimos perdonados con la virgen a cuestas;
terminando con la soledad inconclusa,
castigados entre sobredosis vanales,
sorteando entre vidas infectadas
con el alma gustosamente derrotada.
Una sed temerosa de la esperanza,
complicada despedida sin destino,
ocaso crudo de nuestros destierros,
circulo infernal del mismo miedo:
nuestra triste sangre corre espesa,
penosa y vacia por completo de fe;
vil mártir de mi inconciencia
y nuestra virgen del alma a cuestas.
Me gusta verte tan fragil y tan fuerte,
tan libre como una vision eterea,
sin nada que detenga el vuelo sobre tus miedos.
Me gusta ver tus ideas
flotando con rumbos infinitos,
desplegando tus alas hacia sol sin detenerte.
Me gusta verte mientras me llenas de temor,
mientras tus ojos en tonos violeta
me liberan de mi prision mental.
Me gusta rezar en el templo de tu olvido,
entre las lineas de tu pensamiento,
entre lo etereo de tu presencia.
* Para una caléndula...
tan libre como una vision eterea,
sin nada que detenga el vuelo sobre tus miedos.
Me gusta ver tus ideas
flotando con rumbos infinitos,
desplegando tus alas hacia sol sin detenerte.
Me gusta verte mientras me llenas de temor,
mientras tus ojos en tonos violeta
me liberan de mi prision mental.
Me gusta rezar en el templo de tu olvido,
entre las lineas de tu pensamiento,
entre lo etereo de tu presencia.
* Para una caléndula...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)