No encuentro la palabra que necesito,
estoy ahogandome dentro de una bola de nieve.
En un segundo todo parece cambiar de menos a mas
y a veces todo es indiferentemente indistinto.
No me importan los ojos ni los rostros fuera de mi alcance,
aun tengo mucho por desandar y mas aun por andar.
Extraño no sentirme extraño,
pero mas extraño lo que he dejado de extrañar
y todo aquello que ya ni siquera recuerdo.
Si todo aquello que alguna vez soñe se vuelve en mi contra,
talvez seria mejor seguir durmiendo.